El día amanece nublado, por lo que no descartaré que esta tarde caiga una gran tormenta. Me siento en mi escritorio, enciendo mi ordenador y, mientras miro por la ventana, comienzo a escribir.
Esta mañana, el viento sopla un poco más fuerte que los días anteriores. Me gusta imaginar las tardes como hoy, en las que estábamos en el parque y, cuando menos lo esperábamos, comenzaba a llover. No nos importaba mojarnos, marchábamos tranquilamente, parábamos a comprar algunas cosas para picar y nos encaminábamos para casa, donde veríamos una pelicula hasta que me quedase dormida. Lo que solíamos llamar "tarde de: manta+peli".
No nos importaba que fuera invierno o que fuera verano, siempre nos echábamos sobre el sofá, nos tapábamos y comenzábamos a ver la película con un gran bol de palomitas. Las películas siempre tenían el mismo final para mí: quedarme dormida. Era, y es, algo que te hace mucha gracia y aún no entiendo el porqué.
Esta tarde será diferente, me sentaré en el sofá y miraré por la ventana para ver cómo las gotas caen sobre el cristal del salón y esperaré, todo lo pacientemente que pueda, a que el tiempo se le antoje otra tarde como esta y que tú estés a mi lado para volver a ver otra película junto a mí.
Y,hoy, tacho otro día de mi calendario...
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