jueves, 15 de diciembre de 2011

Felicidades a la cosa más dulce del mundo.

No podría pasar por alto un día tan especial, y menos para una persona tan importante desde, hace ya, un año.
Como a todos nos pasa, suele haber días buenos y malos, mejor o peores, pero tenemos la suerte de que, al final, siempre seremos capaces de solucionar cada pequeño desacuerdo. Por eso, hoy quiero darte las gracias por esos detalles que has tenido conmigo, ahora y siempre. Para pedirte que no cambies nunca, que no seas tan exigente contigo misma, que te felicites de vez en cuando y que valores cada cosa que hagas, por muy pequeña que sea.
También, que no seas tan cabezona, que no te enfades tanto, porque se te arruga la naricilla *-* y que no dejes, nunca, de sacarme una sonrisa; por las mañanas en cuanto te veo bajar del autobus resoplando de tanta gente que venía montada, como cada noche cuando me envías una pequeña parte de ti transformada en un pequeño mensaje.

Está bien, porque no escribo estas palabras para escribir algunas cosas que tienes que mejorar, sino para decirte que,aún así, te hacen muy dulce. Y, sobre todo, para desearte que pases el mejor cumpleaños de tu vida, que disfrutes de lo que te queda por delante, que no es mucho, sino muchísimo. Que sigas siendo tal y como eres: que no salgas de la cama hasta los últimos cinco minutos, que te vayas a duchar a las doce de la noche, que no desayunes nunca en casa, que me abraces tan fuerte que me dejes sin respiración, que me mires y me ruborices, que veamos millones de películas, series, dibujos... metidas en una manta en pleno agosto,etc.

Por todas estas cosas, y por muchísimas más, es por lo que espero que sigas siendo tan dulce y maravillosa como siempre.

Cumple muchos más, y sé muy muy feliz.

Te quiero, G.

It looks like love has finally found me...

No hay comentarios:

Publicar un comentario