martes, 17 de mayo de 2011

La historia de mis "te quiero".

Los mismos meses que lleva escribiendo en su escritorio, los mismos meses que llevo mirando lo que hace, las mismas horas de desesperación, risas y agobios, los mismos minutos que se esfuman, los mismos atardeceres y los mismos anocheceres me he pasado observando sus movimientos.
Crea su historia día a día, aporta nuevas ideas, buscas distintos nombres que se asemejen a las características, gustos y prioridades de los personajes de su cuento. Porque encontrará dos nombres que harán de esa narración un hecho real.
Yo también he realizado mi historia, pero he cometido el error y me he apresurado. He comenzado presentando a los nuevos protagonistas. Les he dado ya nombres, apellidos, lugar donde ocurrirá la novela e, incluso, me he atrevido a imponer un final. Y he considerado que culminará con un final feliz. Pero no con el típico final de: “fueron felices y comieron perdices”, he buscado algo que se asemeje más a la realidad, algo creíble para cualquier lector, algo fácil de imaginar en nuestras mentes… en definitiva, mi propio final feliz.
Y, ya, todos piensan que me he precipitado…

3 comentarios: