lunes, 15 de agosto de 2011

Se acabó la cuenta atrás.

Por fin estoy aquí, en esta ciudad que se me antoja al mismo tiempo hogar y prisión. Sin duda alguna, si tengo que resaltar aquello que me ata a esta mole vetusta y fría, será en tus ojos marrones en lo primero en lo que piense. No importa, en realidad, el sitio en que me encuentre. Cáceres, Huesca o el fin del mundo, lo mismo da. Porque hay algo entre tú y yo, que está muy por encima de los kilómetros que nos separen, de la gente que nos separe, de las circunstancias que nos separen, y es esta certeza inexpugnable de que volveremos a estar juntas. Ha sido difícil de construir, y hemos tenido que buscar materiales escasos, como la confianza y la paciencia, pero, y de esto no me permito dudar, logramos hacer de nuestra atracción un feudo en el que a nadie más le está permitido entrar. Sé que ha sido duro. Trece días ni más ni menos, con sus horas, sus minutos y sus interminables segundos. Y, sin embargo, aquí regreso, al lugar donde pertenezco, ni más ni menos que entre tus brazos, y bien cerquita de tus labios.
Te quiero.

.Grecia.

PD- ¡Gafotas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario